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sábado, 29 de enero de 2011

"Rollercoaster..." 0036

En ocasiones, me siento como hipnotizado frente a la pantalla del ordenador, y dejo que mi mente divague. No consigo atarla a nada, no me concentro y mi cerebro pasa de unas cosas a otras como la USS Enterprise salta al hiperespacio. Mi mente es una maquinaria perfecta de funcionamiento discontinuo, y muchas de las entradas de este blog así lo atestiguan. Sólo necesito recordar un mal momento para que una tormenta neuronal se desate en mi hipotálamo, y que la electricidad que fluye por mi interior se canalice para escribir unas líneas desgarradoras sobre cosas que no me importan, que no me interesan o que no siento, pero que debo hacer mías para hilarlas con las que sí me influyen.

Hay días que podría escribir sobre mil temas, y otros en que no me sale nada. Como los días en que me golpeo con todo, son cosas que no tiene explicación. Últimamente, no sé si es que me fijo más, estoy más tendente al optimismo o por qué otra razón, las cosas parecen ir bien. Parecen responder a los estímulos adecuados. Parece que las cosas que vagamente planeo se van cumpliendo, a trompicones, incluso con sobresaltos, pero avanzan. Es como pasar de ir por la calle sin que nadie te mire ni te atienda a encontrarte rodeado de mil personas que te saludan, te sonríen y te muestran su afecto.

Hoy es un día como otro cualquiera, y, pese a que no se puede decir que haya sido algo grandioso, ni que haya sucedido nada como para recordar, el balance final es positivo. Merece la pena que pasen cosas que no te influyan negativamente. Merece la pena mirar a la gente a los ojos, sonreír y que te devuelvan el gesto. La vida es una puta montaña rusa, y lo único que se puede hacer es asegurarse de que los anclajes de seguridad le sujeten bien a uno, por si vienen curvas...

3 comentarios:

  1. A veces las curvas son divertidas, sólo a veces...

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  2. Curvas... Subir... Bajar... Así la vida es más divertida a veces. Aunque también hay ratos que te gusta que la vida se detenga un instante en el final de la primera cuesta, donde ya ni te sube ni te sujeta la cadena. Justo ahí...

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  3. ¿Allá en lo alto? Sin vértigo, bien... :)

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