Se puede estar solo en mitad de una multitud. Se puede buscar silencio entre las explosiones. Se puede buscar el orden en el caos. Se puede buscar amor en la indiferencia. Se puede encontrar respeto entre las ofensas. Se puede rezar en un lupanar. Se puede llorar en mitad de una fiesta. Se puede estar despierto en la oscuridad. Se puede hallar alegría dentro de un lamento. Se puede ser feo entre la beldad. Se puede ser cruel entre tanta gente. Se puede filmar una sensación. Se puede reír aunque no haga gracia. Se puede tener miedo en una fortaleza. Se puede ser débil, taimado y obsceno. Se puede oír música y no llorar.
Se puede sudar sin hacer nada. Se puede querer a quien te quiere mal. Se puede besar a quien te desprecia. Se puede olvidar la realidad. Se puede ver luz donde no hay ventanas. Se puede reír con ganas de llorar. Se pueden enterrar nuestros sentimientos. Se puede sembrar y ver germinar. Se puede esconder el resentimiento. Se puede ver justicia en algo casual. Se puede admirar a quien no lo merece. Se puede despreciar al que es tu igual.
Se puede perder sin jugarse nada. Se puede abrir algo para cerrar. Se puede sentir que tus huesos crujen. Se puede ser listo en tu terquedad. Se puede obviar lo que resulta obvio. Se puede soñar sin imaginar. Se puede ver venir lo que nunca llega. Se puede temer la vulgaridad. Se puede ser santo, y no ir a la hoguera. Se puede ser mártir sin rechistar. Se puede perder la cabeza en segundos. Se puede oír un látigo restallar...
