Powered By Blogger

lunes, 20 de diciembre de 2010

"Cinco Minutos Antes" 0022

Debí haber muerto en aquel accidente. Pero perdí el avión porque despegó cinco minutos antes. Debí haber salido con esa chica, pero me dijo que no vendría a nuestra cita cinco minutos antes. No llegué jamás a ver a los Reyes Magos cuando dejaban los regalos en mi casa, siempre se habían marchado cinco minutos antes.

En la mayor parte de las ocasiones, cinco minutos no son nada. En otras, cinco minutos es la diferencia entre todo y nada, entre el ser y el no ser. Y, en mi caso, siempre es el no ser. No ser nada y preguntarse qué hubiera sido de mi vida si las cosas no hubieran pasado tantas y tantas veces cinco minutos antes. Cinco minutos antes de que llegara, ella aún yacía allí, con su amante, en mi cama. Cinco minutos antes de que yo apostara, la máquina de apuestas entregó el boleto ganador que haría millonario a alguien sin cara. Cinco veces me plantó aquella muchacha cinco minutos antes de que no pasara nada. Son cinco minutos, nada más, pero marcan la diferencia. Cinco minutos que se convierten en horas, en losas de cinco toneladas, en pensamientos tristes y oscuros.

Cinco minutos antes de empezar a escribir esto, aún creí que ella me llamaría. Cinco minutos antes de pensar en ella sabía que no lo haría. Cinco minutos después de que yo pasara por aquella calle explotó una cañería justo por donde yo pasaba. Si hubiera llegado cinco minutos más tarde, no me hubiera tocado aguantar a esa persona tan pesada. Cinco minutos antes, el banco estaba vacío, y me hubieran atendido rápidamente. Cinco minutos sin saber de ti ya son demasiados, así que un mes ni te cuento. En cinco minutos pueden pasar mil cosas, como que decida que ya no debo amarte, porque me duele, porque es ya mucho tiempo, porque no me quieres y te aprovechas de que yo sí lo hago, porque en cinco minutos se pueden decir tantas cosas, y tú no me dices ninguna de las que quiero oir, y apenas ninguna de las otras. Hace cinco minutos, me quería suicidar, me iba a tirar al  paso del convoy de metro que tomo cada día para ir a trabajar, pero no he podido, porque mi tren había pasado cinco minutos antes. Cinco minutos. Un día me dijiste que habías estado enamorada de mí, pero que se te había pasado cinco minutos antes. Cinco minutos. Escribo como mucho durante cinco minutos, porque es lo máximo que puedo concentrarme sin pensar en que me has dejado cinco minutos antes. Perdí mi tren, cinco minutos antes de que tú llegaras...

No hay comentarios:

Publicar un comentario