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miércoles, 29 de diciembre de 2010

"La Última Vez Es La Última Vez Es La Última Vez Es La Última Vez Es La Última Vez Es La Última Vez..."0025

"Mi forma de ser es compleja, dentro de su simplicidad. Si me sonríes, sonrío. Si me hablas, te hablo. Si me quieres, casi seguro que te quiero. Fácil. Sencillo. Previsible. Sin embargo, en otro tipo de situaciones, soy lo peor, soy imprevisiblemente absurdo. Si no me sonríes, creo que estás enfadado. Si no me hablas, no me atrevo a hablarte, y miraré a otro lado. Si no me quieres, me muero de pena. Soy así, de extremos. Y lo he sido desde siempre. Me pasa muchas veces, empiezo a pensar que demasiadas. Antes del verano, una chica quiso salir conmigo. Me aguantó una tarde, luego desapareció de mi vida, y rompió mi corazón, que hasta entonces había estado convertido en piedra, dejando que la sangre de lava se vertiera hacia afuera desde su interior, y aún hoy me quema, porque creí que ella me haría olvidarte. Soy melodramático, soy sincero, soy simple, y no soy de acero. No me gusta que me hagan daño, y sufro sólo de pensar que se lo pueda hacer yo a alguien. He recibido tantos palos que sólo puedo ser como soy, sin medias tintas, sin artificios, sin nada que esconder. Si no me quieres, no me busques. Y si me buscas, que sea porque me quieres tener cerca, o me harás sufrir. Hubo un tiempo, y hubo un día, en el que creí que nadie más me entendía. Sé que no soy único, sé que hay más gente a la que le sucede como a mí. No estoy solo, pero no siento compañía.

Es la última vez que lo intento. La última, aunque no quiera. La última, aunque me duela. Aunque me suponga borrar agendas de móvil, directorios de internet, mensajes que me reconfortan cuando más solo me siento, o videos de momentos en los que fui feliz, y que visiono para recordar a quien no quiere verme, o contarme entre sus amistades. Es la última vez que te llamo. La última vez que me encapricho de lo que no debo. Es la última vez que intento amar a nadie. A la vuelta de la esquina está mi nueva vida, esa que me hará sentir vacío y superficial, pero que me ahorrará dolor, sufrimiento y tristeza. Es la última vez, querido diario, que te escribo este año. Y no sé si lo haré más veces. Es la última vez que me lees, si es que esto lo lee alguien. Es la última vez que me bato en duelo usando como armas mi sinceridad y mis sentimientos. Es la última vez que las lágrimas recorren mi rostro pensando en ti, aunque sé que no me echas de menos, y que hace meses que debimos haber dejado de vernos. Es la última vez, porque para todas las cosas hay una primera, pero pocas se merecen tanto una última como esto nuestro.

Es la última vez que te escribo estas palabras: Si no me quieres, me moriré de pena, pero sólo un día. Después, como siempre, seguirá mi vida, aunque me duela..."

domingo, 26 de diciembre de 2010

"Sueño O Realidad" 0024

Entre la neblina provocada en mi mente por el éxtasis festivo de la noche anterior, diviso momentos eternos de lo más cercano a la felicidad simple que haya vivido en mucho tiempo. Y no, no es ñoñería, ni siquiera es que tenga gansa de ser feliz a lo tonto, no. La sensación que imbuye mis sentidos abotargados es lo más parecido a la placidez serena en la que desde siempre he querido vivir. Conversaciones, profundas o banales, pero siempre edificantes. Miradas, sinceras y azoradas, directas o de soslayo. Sonrisas amplias y casualidades impensables apenas una semana antes. El tacto de alguien que te acerca a la calidez con sólo reconfortar tu hombro mientras te habla. Momentos de intimidad en medio de multitudes. Intimidad simple, sin ningún tipo de segundas intenciones, sin cortapisas, sincera y limpia, de esa que sólo se da cuando eres un niño, tierno e inocente. Sentirte acompañado aún estando solo, como contraposición a la soledad extrema del que sólo le rodea gente.

Las mañanas como esta se dan pocas veces. Nieva y brilla el Sol. Y en el baile de copos, de coreografía difusa, los rayos del astro te hacen entrar en calor. Maderas que crepitan en la chimenea, una bebida caliente y tu voz. Saber dar la vuelta a una primera impresión, o lograrlo sin saber cómo. Juntos bajo una manta, asomados al balcón, viendo el brillo nuevo de la vida y el color. No es más que un sueño, pero es algo que sueño yo. Una vuelta de tuerca definitiva, que te deja en una nueva posición, en la que la vida conocida es diferente, y es vida. Mil personas a las que ver, cientos de gentes a la que saludar. Sólo un ser a quien hablar, aunque te cueste, aunque te duela. No es dolor, sino miedo. No es herida, es temor. Y nada de esto es serio, ni es nada, ni soy yo. Tu sonrisa mientras hablas es lo que quiero siempre a mi alrededor. No dar nada por sentado, saber que no será fácil, pero intuir que no será complicado.

La fiebre y los sentimientos afloran sin compasión, y poco importa en realidad si son oportunos, o si no lo son. Quizá la linea difusa entre lo imaginado y la verdad, entre lo onírico y la realidad, potenciado por los néctares que la noche nos ofrece, haga que confunda el sueño con la auténtica verdad. pero si lo que siento ahora es mentira, prefiero ignorar la verdad. Abrazado a mi brillante sueño, prefiero no saber nada más.

martes, 21 de diciembre de 2010

"Yo Y Mis Circunstancias" 0023

Querido Año Nuevo:

Sabes bien que no soy yo muy de pedir cosas al Año Nuevo, sinceramente, no creo en eso. Pero este año voy a hacer una excepción. Ya soy mayorcito como para creer en Santa Claus, o en los Reyes Magos, ya sé quiénes son, y no me pueden traer nada de lo que yo quisiera que me trajeran. Por eso te lo pido a ti, Año Nuevo.

Sé que siempre que se empieza un año, la gente se pone metas y planea cómo cambiará su vida, yo mismo lo he hecho más veces de las que admitiría, así que no me pilla de nuevas el hacer listas con cosas como, por ejemplo, ir al gimnasio, ser menos cabezota, sonreír por la calle, e, incluso, ponerme plazos para buscar una chica que me acompañe el resto de mi vida. Sin embargo, todas estos proyectos han sido vanos y sin resultado alguno. Por eso, quiero que este año sea diferente, aunque sólo sea porque es el primero del siglo que tiene una particularidad numérica que me gusta y no comentaré. Pero este año será el año en que cambie.

Este será el año en que no me fíe de nadie, como suelo hacer. Este será el año en que haré sólo las cosas que me apetezcan, y será así. Este será el año en que nadie me dirá que haga algo porque sí. Este será el año en que no siga a nadie ni sea su perrito faldero. Este será el año en que mi vida será mi vida, y no la de los demás. Este será el año en que no deje que los demás me hieran. Éste será el año en que nadie jugará con mis sentimientos. Este será el año en que nadie priorice sus cosas sobre las mías. Este será el año en que más personas dirán que soy un hijo de puta sin que me importe. Este será el año en que me preocupe sólo de quien se lo merezca. Este será el año en que no pediré citas a nadie, ni socializaré con nadie, ni hablaré con nadie. Este es el año en que jamás empezaré una conversación con nadie, ni aunque me muera de ganas, a no ser que sea a mí a quien me hablen antes. Este es el año en que me dejaré de convenciones sociales, haré lo que me apetezca hacer, solo o acompañado, pero será así. Porque me lo debo, y porque ya lleva siendo de otra forma demasiado tiempo. Dejaré de ser un secundario cómico de mi propia vida, a partir de ahora seré yo el protagonista. Y el que no crea que esto sea correcto, que se borre de mi vista, que se aparte, que no me mire siquiera a los ojos, que no intente pararme, porque he tomado una determinación, y, por mucho que lo intente, no conseguirá hacerme descarrilar de mi idea primigenia.

A partir de ahora, soy Yo y Mis Circunstancias.

lunes, 20 de diciembre de 2010

"Cinco Minutos Antes" 0022

Debí haber muerto en aquel accidente. Pero perdí el avión porque despegó cinco minutos antes. Debí haber salido con esa chica, pero me dijo que no vendría a nuestra cita cinco minutos antes. No llegué jamás a ver a los Reyes Magos cuando dejaban los regalos en mi casa, siempre se habían marchado cinco minutos antes.

En la mayor parte de las ocasiones, cinco minutos no son nada. En otras, cinco minutos es la diferencia entre todo y nada, entre el ser y el no ser. Y, en mi caso, siempre es el no ser. No ser nada y preguntarse qué hubiera sido de mi vida si las cosas no hubieran pasado tantas y tantas veces cinco minutos antes. Cinco minutos antes de que llegara, ella aún yacía allí, con su amante, en mi cama. Cinco minutos antes de que yo apostara, la máquina de apuestas entregó el boleto ganador que haría millonario a alguien sin cara. Cinco veces me plantó aquella muchacha cinco minutos antes de que no pasara nada. Son cinco minutos, nada más, pero marcan la diferencia. Cinco minutos que se convierten en horas, en losas de cinco toneladas, en pensamientos tristes y oscuros.

Cinco minutos antes de empezar a escribir esto, aún creí que ella me llamaría. Cinco minutos antes de pensar en ella sabía que no lo haría. Cinco minutos después de que yo pasara por aquella calle explotó una cañería justo por donde yo pasaba. Si hubiera llegado cinco minutos más tarde, no me hubiera tocado aguantar a esa persona tan pesada. Cinco minutos antes, el banco estaba vacío, y me hubieran atendido rápidamente. Cinco minutos sin saber de ti ya son demasiados, así que un mes ni te cuento. En cinco minutos pueden pasar mil cosas, como que decida que ya no debo amarte, porque me duele, porque es ya mucho tiempo, porque no me quieres y te aprovechas de que yo sí lo hago, porque en cinco minutos se pueden decir tantas cosas, y tú no me dices ninguna de las que quiero oir, y apenas ninguna de las otras. Hace cinco minutos, me quería suicidar, me iba a tirar al  paso del convoy de metro que tomo cada día para ir a trabajar, pero no he podido, porque mi tren había pasado cinco minutos antes. Cinco minutos. Un día me dijiste que habías estado enamorada de mí, pero que se te había pasado cinco minutos antes. Cinco minutos. Escribo como mucho durante cinco minutos, porque es lo máximo que puedo concentrarme sin pensar en que me has dejado cinco minutos antes. Perdí mi tren, cinco minutos antes de que tú llegaras...

sábado, 18 de diciembre de 2010

"Marionetas Sin Alma" 0021

...y un fin de semana más, otro día, otra tarde, otra noche de fiesta sin saber bien a dónde vamos, a dónde nos lleva esta vorágine de fiesta, sexo, drogas y alcohol, sin discernir si lo que hacemos está bien o mal, si nada de lo que nos rodea es simple o es algo extraño, sin pensar en el daño que podemos hacer a la gente que nos ve, que nos habla, que interactúa con nosotros, que nos odia,que nos mira, que nos perdona la vida porque somos algo diferente de lo que suelen ver, o, quizás, porque somos un reflejo de lo que les gustaría ser pero no se atreven, no sé, quizás sea eso, la verdad, pero me da lo mismo, porque, otro sábado más, esta noche, saldremos y haremos lo que mejor se nos da, a saber, emborracharnos como idiotas, irnos sin pagar de varios bares, lanzar requiebros a muchachas estupendas, acabar liados con las más guarras a última hora, cuando no quede más remedio, meternos unas rayas en los lavabos de caballeros, o de damas, según con quién vayamos, y mirar desde lejos, sin atrevernos a decir nada a esa chica tan mona, o tan sexy, o tan estrafalaria, o tan lo que sea, a la que vemos siempre, y que nos mira y a la que miramos, pero que jamás nos atreveríamos a decirle nada, no sea que pase algo, o que descubra que somos marionetas sin alma, y eso no, no puede ser en fin de semana, quizás entre semana sí, pero no este fin de semana, que podría ser el último, así que hay que aprovecharlo, y en vez de ir a donde vamos siempre iremos a otros sitios diferentes, donde vayan los raros, donde no nos conozcan ni tengan un juicio preconcebido de nosotros, no como en los garitos de siempre, en los que todo el mundo sabe tu nombre, tu filiación, de qué pie cojeas, y de cuál no, y que, al final, te limitan a repetir patrones y comportamientos como los monos de Wisconsin, que serán muy listos, y todo lo que se quiera, pero que, al fin y al cabo hacen siempre lo mismo, que es lo que hacemos nosotros, pero ellos no se tiran tanto el pisto, porque, joder, al fin y al cabo sólo son monos, así que qué coño van a decir de nosotros, si ni siquiera saben que cada noche de fin de semana, cada sábado por la noche, nos entregamos como locos a las más variadas diversiones, de esas que harían que tu padre no quisiera ni conocernos, ni siquiera que nos conocieras tú, ni nada de eso, porque seríamos una mala influencia, podríamos hacerte salir del rebaño de borregos que no hacen nada interesante para meterte en el nuestro, el rebaño de ovejas negras que siempre hacen lo mismo, que repiten patrones de comportamiento atávico y sonríen al ver el fuego, ese rebaño de gente sin conciencia que sale de fiesta como si no hubiera un mañana...

lunes, 13 de diciembre de 2010

"Excusas Y Memeces" 0020

"Eres muy simpático." ... "Pareces buena gente." ... "No me caes mal, pareces un tipo interesante." ... "¿Sabes? Tienes potencial, desarrolla tus ideas..." ... "No es que no valgas, es que aún no te han descubierto." ... "Me parece que tienes muchas ideas ahí, bullendo en tu cabeza, sí... En tu puta cabeza..." ... "¿Sabes? Creo que eres un buen tipo, y eres simpático, pero no tanto como para follar contigo..." ... "La gente dice que escucha, pero no lo hace. Tú sí. Eres tan gentil." ... "Es la primera vez que puedo expresarme tan libremente, me inspiras tanta confianza..." ... "¿Recuerdas aquel tipo, el que te dije que era un gilipollas? ¡Pues me lo estoy tirando! Y menos mal que me desahogué contigo, que si no..." ... "Eres tan amable, en mis tiempos un chico como tú estaría puesto a buen recaudo hace mucho..." ... "No es que no me gustes, es que no me gustas nada." ... "¿Sabes? Si estuviéramos en otro sitio, y tú fueras otra persona, seguramente nos estaríamos enrollando en este mismo instante..." ... "Ya, es un idiota, y no me hace ni caso. Ojalá fuera como tú. Pero sin ser tú." ... "No te lo creerás, pero es que no puedo aguantarlo más. No me conviene, lo sé, pero es que, joder, es verle y mi cerebro se desconecta..." ... "Con lo inteligente que eres, no sé por qué no estudiaste más..." ... "¿Qué? ¿Que yo te gusto? ¡Anda ya! ¡Pero si somos amigos!" ... "¿Sabes? Tú me ponías antes. Antes de que fuéramos amigos." ... "No quiero arriesgar nuestra amistad enrollándonos..." ... "Si tuvieras más dinero, aún seguiría contigo..." ... "Sí, yo también te quiero, pero sólo como amigo..." ... "Ah... Así que cuando me hablabas de esa chica que te parecía genial y de la que estabas enamorado, te referías a mí... Qué palo, ¿no?" ... "Estás más tonto de lo que aparentas si crees que voy a salir contigo. Pero no ahora. Nunca." ... "Eres, seguramente, una de las mejores personas que conozco." ... "No te ofendas, pero es que nada de lo que representas me resulta ni lo más mínimamente interesante, ¿sabes? Pero no por nada, es que yo soy así." ... "No eres mi tipo." ... "Me duele que creas eso. Creí que podríamos ser buenos amigos." ... "Jo, ojalá él fuera como tú..." ... "Tú sí que me entiendes." ... "¿Sabes? A mí no me gusta meterme en la vida de los demás, pero creo que deberías dejar las drogas, si es que las tomas. ¿O no las tomas?" ... "Ah... Que tú eres así siempre..." ... "No te parezca mal, no es que no quiera ir contigo al cine. Es que prefiero ir con otras personas." ... "Sí, mi psicólogo me ha dicho que no debo intimar con hombres como tú." ... "No te he engañado nunca. te lo prometo. Y no lo volveré a hacer." ... "Mi amiga me ha dicho que eres demasiado poco atractivo para salir conmigo. En realidad me ha dicho que eres demasiado feo, pero no quería decírtelo para no herir tus sentimientos..." "¿Sabes? Escribes muy bien. Podrías escribir algo, y me lo dejas. Pero no ahora. Igual otro día..."

domingo, 12 de diciembre de 2010

"El Mono De Wisconsin" 0019


"Es triste ser un mono de Wisconsin. Aunque también hay que decir que, antes de ser de Wisconsin, vivía en una selva, donde no sabía nada de mi potencial. Los monos de Wisconsin somos los monos más listos de todo el mundo. Grandes investigadores y famosos científicos se fían de nuestro criterio en toda clase de estudios, experimentos e  investigaciones, sobre mil y un temas, a cada cual más peregrino. Y, sin embargo, ser mono en Wisconsin no es lo mejor del mundo, al menos no lo es, ni lo será nunca, para mí, ni creo que deba ser una aspiración en la vida llegar a serlo.


En los chistes siempre se nos usa para decir que somos tontos. En plan: "Hey, el mono de Wisconsin sólo tardó un minuto en resolver esa ecuación matemática...", y si tú tardas más es que eres un tarado. Los monos de Wisconsin tenemos sentimientos, y estamos en la cima del mundo de la escala evolutiva monal, e, incluso en la media de la humana. Vale que a algunos monos, a veces, les gusta vestir como personas, y llevar gafas, fumar y beber como cualquiera, y les pone vestir trajes de volantes y montar en patines mientras tocan los platillos, pero eso es sólo un cliché televisivo, una estrategia publicitaria para vender tarjetas moñas de cumpleaños. Creerse que todos los monos somos artistas de circo es como si yo me pienso que todos los que se parecen a Resines tienen que tener un bar de tapas en la que pongan jamón a espuertas. Los monos de Wisconsin somos otra cosa. Somos élite entre simios. Somos los Nobel del mono. Y clamamos venganza por nuestro ninguneo sistemático.

Como líder de los monos de Wisconsin, me he preparado para acabar con esa supuesta supremacía de la raza humana sobre las demás razas de homínidos. Y lo voy a hacer con vuestras mismas armas. Vestido y armado como cualquiera de vosotros, comenzaré pronto la masacre. Y lo haré, empezando por aquí, claro. Para que ya no haya que decir que somos monos de Wisconsin. Cuando acabe, todo lo que haya en Wisconsin serán monos, y así no habrá que especificar cuando se hable de nosotros. No seremos nunca más "Un Mono de Wisconsin". A partir de la gran matanza, seremos "Uno de Wisconsin". Agacha la cabeza si me ves, o te la volaré...Je, je... ¿Qué es eso que decían sobre monos y pistolas?"

jueves, 9 de diciembre de 2010

"Segundos" 0018

Estás harto. Hundido. Compungido. Tienes a tu lado a alguien que una vez quisiste, pero que ya no pinta nada, y no ha realizado ninguno de los sueños que ambos, con ilusión, trazasteis. Cada día hacéis lo mismo, vais a los mismos lugares, habláis lo mismo (si es que habláis), y, probablemente, discutáis por las mismas cosas que siempre. La rutina y la mansedumbre se ha apropiado de vuestras vidas, y nada de lo que hacéis os reporta las mismas satisfacciones que antes. En tu vida, antes de esto, mucho antes, planeaste ser alguien diferente. No mejor, ni peor. Diferente. Alguien con otras perspectivas. Ahora aquí estás, recorriendo centros comerciales en fin de semana como expresión de la diversión suprema. Empujando el carrito de lo que una vez hiciste sin pensar en las consecuencias. "Cuando eras más joven eras diferente", piensas. Ahora ya no te sonríen las jovencitas como antes, y sabes que no lo harán más ya. Salvo que todo cambie. Ella no es que esté más contenta que tú, todo sea dicho. Le prometiste que te casarías cuando la dejaste embarazada, pero aún no lo has hecho. Ella se emocionó cuando se lo dijiste, pero no lo has vuelto a mencionar, y ella no te dice nada para que no te sientas presionado. Es más, ahora es en lo último que piensa. En su cabeza sólo hay sitio para pensar en qué momento te dice que os descuidasteis otra vez en aquella cena a la que fuisteis y en la que los dos bebisteis más de la cuenta. Pronto será invierno, y todo será más triste, más gris, menos apacible. Te mira y piensa que no le gusta tu pelo, ni la estúpida chaqueta que llevas para aparentar menos edad de la que tienes. No le apetece estar contigo, ni a ti con ella, pero todo da igual. Tenéis que soportaros y aguantaros. No sois lo que esperabais que la vida os iba a deparar, pero, ¿qué hacer? A veces, el segundo mejor es el mejor al que puedes aspirar. Por las noches, cuando todo está en calma y oscuro, intentáis volar. Os abrazáis fuerte y os amáis, dando por sentado que así os alejaréis de lo que os rodea, pero cada mañana despertáis y caéis al suelo. No nos engañemos. La primera vez dejó su poso, y te pareció muy importante, pero ya pasó, y tras cada noche, vuelve a haber una mañana. ¿Y qué hacer, o qué decir? Los segundos se convierten en horas, y las horas en días, pero al final de todo, vuelve a haber otra mañana... Es como ya te he dicho, a veces, el segundo mejor es el mejor al que puedes aspirar...

"No Eres Ciego" 0017

Así que al fin caíste en la cuenta aquella bendita tarde, mirando fijamente a la lámpara del techo del salón, esa que ella se empeñó en comprar, pese a que a ti te horrorizaba, mientras escuchabas al inefable Jorge Javier presumir de pseudo-cultura frente a los monstruos de su programa de tele borderline. Ahí es donde ya lo viste claro. Muy claro. Eso, y que habías oído ya los chismes, las chanzas, los cotilleos y las habladurías sobre ella, sobre que había estado en mi piso otra vez. Y todo el mundo lo sabía ya, menos tú. No sospechabas nada, pese a haber encontrado esa nota en la balda de la cocina, en la que ponía 'Te Quiero', pero no era ni siquiera su letra, ni en eso se había molestado... Pero ni aún así lo tenías claro, ¿verdad? ¿No te parecía extraño que, cada vez que querías tocarla, te dijera que se iba a dar un baño? No, ¿verdad?. ¿No te parecían raras las salidas intempestivas a Dios sabe dónde? ¿A altas horas de la madrugada? ¿Sin decirte nada? Tampoco, ¿verdad?. No, no era sospechoso, claro. Ni siquiera te hacía pensar mal que cada vez que le hacías ojitos ella se riera de ti en la cara. ¿Por qué te hacías eso? No es sano, amigo. O lo que seas. Pero pones en juego tu salud con tanto pretender no saber lo que sí sabías. ¿O no lo sabías? No me puedo creer tanta inconsciencia. No sé por qué pones esa cara a estas alturas. Si, ya sé que eres tan bueno, y tan considerado... Joder, es que llevamos años así. Años. Y era tan fácil, tan evidente... Tardes enteras encerrado viendo televisión, mientras ella va a tantas clases, y tantas exposiciones y hace tantas cosas que 'a ti, cariño, seguro que ni te interesan'... Hombre, no eres ciego. Ya tenías que saber que algo había. Ya sabías dónde y sabías con quién. No eres ciego, deberías haber entendido que lo vuestro no lleva a ninguna parte, y no tiene ningún sentido... Vamos... No eres ciego, aunque desearás serlo cuando la veas conmigo otra vez...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

"Vencedores Y Vencidos" 0016


Esto sucede siempre. En cualquier diatriba, discusión o contienda hay vencedores y vencidos. Pero esto no es sólo aplicable a temas violentos o guerreros, no. Es aplicable a nuestro día a día. Si utilizamos el símil de que la vida es la guerra, cada día es una batalla. Y en cada batalla hay un vencedor y un vencido.

¿Eres dueño de tu vida? Vencedor. ¿Madrugas para ir a trabajar? Vencido. ¿Conduces un coche último modelo, con una chica estupenda al lado? Vencedor. ¿Viajas en transporte público, aguantando el hedor de otros como tú? Vencido. ¿Vives en una casa enorme, con servicio, piscina, jardín, comodidades? Vencedor. ¿Te quedan treinta años de hipoteca? Vencido. ¿Follas mucho? Vencedor. ¿Follas poco o nada? Vencido. ¿Te miran por la calle con envidia? Vencedor. ¿Te giran la cara tus amigos sólo por no saludarte? Vencido. ¿Encontraste ya a tu amor? Vencedor. ¿Follas cada fin de semana con una distinta porque ninguna te aguanta más de tres días? Vencido. ¿Te gusta el rock de base? Vencedor. ¿Te gusta Operación Triunfo? Vencido. ¿Vistes de negro porque quieres? Vencedor. ¿Vistes de negro porque te lo imponen? Vencido. ¿Lees en la prensa artículos en los que hablan de ti, aunque sea mal, pero hablan? Vencedor. ¿Lees en la prensa artículos en los que hablan de futbolistas? Vencido. ¿Ríes mientras te ves en el espejo? Vencedor. ¿Lloras al verte reflejado en los charcos? Vencido. ¿Duermes del tirón? Vencedor. ¿Te despiertan tus pesadillas envuelto en sudores fríos? Vencido. ¿Eres lo más de moda? Vencedor. ¿No te conocen ni en tu casa? Vencido...

¿Eres un Vencedor, o un Vencido?